El 28 de marzo de 1942 murió Miguel Hernández. Murió de enfermedad, de maltrato, de soledad, de abandono, de dignidad. Y ya. Su temprana muerte impidió su desarrollo. Nos lo dejó tal como fue, sin saber qué hubiera sido si hubiera sobrevivido hasta la transición, por ejemplo, o si hubiera vivido el exilio. Su labor poética fue tan específica y necesaria que difícilmente se puede encontrar poeta alguno que nos recuerde a él.
¿Qué quedó, dónde quedó Miguel Hernández después de su muerte? Canciones, recitales, memoriales, nombrar con insistencia su vida, su poesía, su labor revolucionaria con la esperanza de que no muera todo cuanto fue, salvar la dignidad antifascista pasando de mano en mano, de boca en boca, su palabra.
Esta entrada está abierta a colgar en ella cuanto se editó y se hizo a la muerte de Miguel Hernández sobre su obra. A buscar su influencia literaria, o su influencia humana.
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