
Este conocido retrato de Miguel Hernández lo dibujó Antonio Buero Vallejo, con el que coincidió en la cárcel, y está realizado con un lápiz sobre una humilde hoja de papel, de unos 70 g/m2, de un tamaño algo inferior al DIN-A4 (210x297 mm), que -afortunadamente- se pudo conservar en perfectas condiciones tras su muerte.
Buero Vallejo dibujó también durante su estancia en la cárcel otro retrato que aún se conserva igualmente, muy parecido al de Miguel Hernández, de José Cazorla Maure, con el que coincidieron algún tiempo durante su reclusión en la cárcel, aunque este último fue trasladado a Madrid, a la prisión de Las Comendadoras, y fue fusilado el 8 de abril de 1940.
Enviado por Marmolillo.

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